La resiliència psicològica és la capacitat que té una persona per a resistir i superar agressions continuades. Està relacionada amb l'autoestima i amb l'empatia.
Quan un subjecte es comporta de manera resilient pot recuperar-se després de la vivència traumàtica i fins i tot pot sortir-ne enfortit. La resiliència es considera una forma de psicologia positiva.
La resiliència és un mot inspirat en una qualitat física (mecànica) també relacionada amb la resistència dels materials.
Com podem explicar als nens què és la resiliència? Doncs aquí us deixem un vídeo que ho explica d'un forma molt senzilla :
Amb quines pautes educatives podem fomentar aquesta capacitat? Aquí us deixem un article molt interessant escrit pel menorquí Santiago Moll, que ens dóna 10 pautes per a potenciar l'empatia, estretament lligada a la resiliència:
¿Cómo podemos enseñar resiliencia a nuestros alumnos?
1. Enseña a hacer preguntas. Muchas veces los docentes/padres pensamos en las respuestas que nos darán nuestros alumnos/hijos. El profesor/padre pregunta y el alumno/hij@ responde aquello que le hemos enseñado. En ocasiones es importante no sólo buscar respuestas, sino enseñar a elaborar preguntas. Las preguntas invitan a la reflexión, a la introspección y ello puede ser determinante en el caso de que un niño pase por un momento personal difícil. Enséñale a formular preguntas abiertas y harás que sean más reflexivos y capaces de verbalizar sus preocupaciones y adversidades.
2. Enseña la bondad. Se trata de un recurso tremendamente efectivo. Consiste simplemente en pedirles que durante un día piensen en hacer un favor a alguien que les importe. Una vez hecho este favor deben verbalizarlo, es decir, explicarlo en voz alta. Los denominamos actos de bondad son un arma muy poderosa no sólo por el acto de bondad en sí, sino por la gratitud que recibimos por dicho acto. Si educas en la bondad, les educarás también en la gratitud, serán más sensibles a lo que les rodea y les permitirá afrontarlo con la mejor de las predisposiciones. La gratitud es la que pone la perspectiva a los acontecimientos que podemos considerar como dramáticos.
3. Enseña hábitos saludables. Se trata de un aspecto fundamental si queremos educar a nuestros en la resiliencia. Porque una rutina saludable les permitirá afrontar con mejores garantías cualquier adversidad que se les presente. Y por hábitos saludables debemos entender el ejercicio físico, dormir las horas necesarias, comer de forma saludable y evitar situaciones estresantes. Con estos cuatro hábitos las posibilidades de afrontar con éxito una crisis siempre aumentarán.
4. Enseña a ser útil. Debemos esforzarnos para que de una forma u otra se sientan útiles. Si conseguimos que tengan la sensación de que sirven para algo, automáticamente estaremos ante niños con una elevada autoestima. Serán felices y esta felicidad podrá ser determinante no sólo para afrontar sus adversidades, sino también para ayudar a los que le rodean ante cualquier dificultad que surja.
5. Enseña a ser positivo. Ser positivo consiste en valorar por encima de todo aquello que tienes. Ser positivo está muy ligado al autoconcepto que todos tenemos de nosotros mismos. En una sociedad tremendamente consumista hay que invertir los valores que tienen los alumnos, es decir, hay que fomentar no lo que les falta, sino todo aquello de que disponen. Hay que hacerles ver de manera consciente qué es aquello que tienen y qué es lo que más valoran de lo que tienen, tanto en lo material como en lo que a las personas y a sus cualidades se refiere. Haz reflexionar a tus alumnos/hijos. Convénceles de lo mucho que tienen, y de lo muchos que pueden dar. Educar a las personas en ser positivas es tremendamente importante y, de hecho, puede ser determinante en caso de que puedan experimentar algún tipo de pérdida, ya sea de un familiar, de algún animal de compañía, o de algún bien de carácter personal.
6. Potencia habilidades. Este es otro aspecto al que doy mucha importancia a la hora de educar a nuestros alumnos en la resiliencia. También va muy ligado al autoconcepto. De lo que se trata es de que sean los propios alumnos/hijos los que descubran por sí mismo cuáles son sus habilidades, es decir, en qué son buenos, en qué pueden llegar a ser los mejores. Una vez lo hayan descubierto, nosotros los adultos debemos potenciarlo al máximo con los recursos que tengamos. Pensar en el potencial que puede suponer una clase de treinta alumnos. Son treinta potencialidades distintas. Es un tesoro enorme del que ellos no tienen conciencia. Estas habilidades podrán resultar claves para poder superar experiencias que se consideren traumáticas.
7. Enseña a resolver problemas. La resolución de problemas, o de conflictos, es un aspecto que cada vez más se tiene en cuenta en nuestra sociedad. Debemos ver el conflicto como una oportunidad, es decir, como una posibilidad de resolución. En este sentido las comisiones de convivencia de los centros escolares resultan claves y la formación de alumnos mediadores son una extraordinaria oportunidad de gestionar conflictos no individuales, sino de centro. Aquellos centros escolares que tejen una buena red de mediadores, serán centros que estarán mucho más preparados para afrontar las adversidades que puedan surgir a lo largo de un curso escolar.
8. Fomenta la autoestima. La autoestima puede jugar un papel decisivo para hacer frente a cualquier tipo de adversidad. De ahí que debamos insistir en reforzar al máximo la autoestima de nuestros alumnos. Y podemos hacerlo a través de lo que denomino el refuerzo positivo incondicional, es decir, recordando y verbalizando lo mejor de cada uno de tus alumnos/hijos, celebrando sus logros y compartiéndolos con el resto.
9. Crea redes de apoyo. Es fundamental tranmitirles que nunca estarán solos ante una adversidad, sea del tipo que sea. De ahí que es muy recomendable establecer redes de apoyo entre compañeros, establecer grupos, alianzas entre los miembros de un mismo grupo. De lo que se trata es crear vínculos, de crear amistades que puedan perdurar en el tiempo y que en la adversidad se conviertan en una red de seguridad. A través de esta red de apoyo los alumnos pueden dar lo mejor de sí en cada momento y retroalimentarse de la gratitud y de la bondad que reciben por parte de sus compañeros.
10. Enseña perspectiva. La perspectiva no es más que el punto de vista desde el cual analizamos la realidad que nos rodea. Por eso es tan importante enseñarla. Ante una situación adversa, la perspectiva juega un papel fundamental para la superación de la misma. De lo que se trata es de descentralizar el foco del dolor y del sufrimiento a través, precisamente, de la perspectiva. Con la perspectiva lo que lograremos es relativizar el problema, es decir, disminuir su magnitud y la desproporción que experimentamos en una situación adversa. A mayor perspectiva, mayor visión. Y a mayor visión, mayor será la posibilidad de superar una situación traumática.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada